El sistema produce una onda electromagnética compleja que resuena a través de las moléculas del agua, llevándolas a los estados de excitación óptimos para estimular a las células de los diferentes tejidos. Su acción está basada en la electrólisis, la cual crea un campo electromagnético; tal efecto recarga con una buena cantidad de bio-energía óptima a cada membrana celular, lo que produce una repelencia y una separación entre sí; cargas opuestas (-+) se atraen mientras que cargas idénticas se repelen (++). Esta estimulación permite el libre flujo de las sustancias que nutren y arrastran desechos celulares; como consecuencia de separarlas y re-ordenarlas, hay una mayor oxigenación y un mejor aprovechamiento de los nutrientes en las células. Pero además la estimulación aumenta el voltaje potencial de las membranas celulares que restablecerán su función con mayor energía “es como si se recargara la batería de un auto”. Al mismo tiempo, como efecto secundario, se genera un desprendimiento de toxinas que llega a depurar a fondo el organismo debido a que el fenómeno de la electrólisis en el baño de pies produce una liberación de sustancias tóxicas atrapadas en los tejidos, las cuales serán eliminadas por el proceso linfático y endocrino o, en su caso, pueden migrar por el campo electromagnético del ionizador hacia el electrodo pasando por una transformación que muchas veces se manifiesta en la precipitación de productos de desecho en el agua.